POR EL ARTE Y POR CASTILLA
La Coral Vallisoletana es creación de un hombre de voluntad enérgica en temas musicales y ardoroso espíritu artístico, como es D. Julián García Blanco, director de la Escuela de Música y Maestro de Capilla de la S.I.M. de Valladolid. Con meritorio optimismo, dados los precedentes de la musicología Vallisoletana, el Señor García Blanco, sin más armas que su ejemplo persuasivo ni más razones que la simpatía de su persona, congregó a su alrededor, allá por el año 1924, a un grupo de jóvenes que preferían solazarse con los deleites del canto. Pronto agregó un numeroso grupo de niños y se lanzó a correr aventuras, comenzando meritoriamente sus éxitos. Hizo su presentación oficial el 15 de junio de 1924 en el Teatro-Cine Hispania de la capital. Éste fue el nacimiento de la Coral Vallisoletana.
Al año siguiente, en 1925, supo captar la voluntad de un selecto grupo de señoritas para colaborar circunstancialmente con el coro masculino. Fue tal el éxito, que en 1926 la Coral Vallisoletana quedó convertida en un coro de voces mixtas.
El repertorio incipiente se componía de dos géneros de obras: por un lado las populares, tomadas del folklore de distintas regiones y armonizadas convenientemente y, por otro lado, las obras polifónicas de los grandes maestros clásicos y de los más eminentes músicos contemporáneos. Ese repertorio, que fue evolucionando a medida que la Coral iba progresando, comprendía obras de Palestrina, L. de Victoria, Guerrero, Arcadelt, Lasso, Bach, Mendelssohn, Liszt, Gounod, A. Dvořák, Goicoechea, Eslava, García Blanco, Aparicio, P. Ataña, B. Fernández y otros.
En 1951, D. Carlos Barrasa Urdiales se hace cargo de la Coral, hasta su fallecimiento en 1993. Su objetivo fue recoger la tradición del movimiento coral que D. Julián había logrado siguiendo la senda de los coros de Clavé, permitiendo que todo el mundo cantara, en particular las clases menos favorecidas. El repertorio se limitaba a cantos populares convenientemente armonizados y pertenecientes al folclore de distintas regiones españolas, así como a una larga selección de piezas religiosas y profanas de grandes maestros clásicos y músicos coetáneos.
En todo momento, D. Carlos Barrasa sigue la filosofía del fundador, D. Julián García Blanco, y del esforzado grupo que hizo posible la fundación de la Coral, si bien fue más lejos y abordó la interpretación de las obras sinfónico-corales más importantes del repertorio barroco y clásico.
La Coral de D. Carlos Barrasa permitió que los más célebres oratorios, misas y cantatas que se interpretaban con asiduidad en Madrid o Barcelona pudieran escucharse por primera vez en Valladolid. Así, en nuestra ciudad se interpretaron el Réquiem de Verdi, obras de W. A. Mozart y L. Cherubini, así como la Novena sinfonía, Misa en do mayor y Fantasía para piano, orquesta y coro de L. van Beethoven; Gloria y Magnificat de A. Vivaldi, El Mesías de G. F. Haendel, Oratorio de Navidad, Magnificat, Cantata 147 de J. S. Bach, La Creación de J. Haydn, La Atlàntida de Manuel de Falla y Ernesto Halffter, Palabras de Cristo en la Cruz de Dubois, y un largo etcétera. A la Coral de Barrasa se debe también el estreno en Madrid de Carmina Burana de C. Orff, el estreno absoluto de la Missa Paschalis de M. Alonso, In Exspectatione Resurrectionis Domini de Cristóbal Halffter, Himno de los Neófitos de Qumrám, de J. Rodrigo, y Poema de la Resurrección de J. Altisent.
Aquella institución, que nació con la intención de llenar con música la inquietud social y artística que había en la sociedad de principios de siglo, alcanzó con D. Carlos cotas inimaginables, y paseó siempre con éxito por España y Europa—Portugal, Italia, Bulgaria, Turquía, Austria, Francia y Alemania—el nombre de Valladolid, a capella o acompañada por los conjuntos orquestales más importantes del Estado—Orquestas Nacional de España, de Radio y Televisión Española, Sinfónica de Madrid, Ciudad de Valladolid, Sinfónica de Castilla y León y otras—dirigidas por prestigiosas batutas como Jesús López Cobos, Mariano de las Heras, Odón Alonso, Luis Remartínez, Vicente Spiteri, Octav Calleya, etc.
El maestro D. Pedro Aizpurúa toma el testigo al frente de la Coral Vallisoletana en 1993. D. Pedro es sacerdote, maestro de capilla, académico de número de la Real Academia de Bellas Artes, profesor y director del Conservatorio de Valladolid, compositor e investigador. Conforma el repertorio preferido por el maestro la polifonía del renacimiento—L. de Victoria, Guerrero, Lasso, F. De la Torre, Bach y las obras de los compositores del XIX y XX, como F. Poulenc, A. Bruckner, F. Mompou, A. Gretchaninoff, J. Nuffel y F. Peeters.
El estreno mundial de la Sinfonía sacra de I. M. Nieva, dentro de la XIX Semana Musical Santa Cecilia-95, constituyó un importante éxito al que Aizpurúa contribuyó tanto con la preparación de la Coral, como con otra de sus facetas musicales más conocidas y elogiadas: la de organista.
En diciembre de 1999, coincidiendo con el concierto de clausura de los programados con motivo de la celebración del 75 aniversario de la fundación de la Coral, tuvo lugar la presentación oficial de Dña. Mary Young Bragado como codirectora, con un bello programa de Navidad. Entre sus éxitos, merece ser destacado el obtenido el 29 de abril del 2001 en Murcia. El público que llenaba a rebosar la Iglesia-Museo de San Juan de Dios aplaudió sin reservas las interpretaciones del Magníficat de Pergolesi y del Gloria de Vivaldi, acompañados por la Orquesta de Cámara Alfonso X.
Desde el mes de enero de 2004, la dirección de la Coral Vallisoletana corre a cargo de Dña. María José Egido, persona joven y emprendedora con gran experiencia en música vocal, de forma dinámica y precisa, tanto en los ejercicios técnicos como en la preparación de nuevos repertorios. Durante la Semana Santa de 2005, la Coral participó en el ciclo de Música Sacra de la concatedral de Cáceres, poniendo de acuerdo público y crítica con sus magníficas interpretaciones. En junio de este mismo año, la Coral interpretaba en Valladolid la Fantasía Coral de Beethoven para piano, orquesta y coro.
En septiembre de 2006, se incorpora a la dirección D. Carlos Espinosa, joven director y compositor que realiza un serio y efectivo trabajo.
A partir de mayo de 2008, y hasta la fecha, la Coral está bajo la dirección de Sara María Rodríguez Piñeiro, Licenciada en Música por el Instituto Superior de Arte de la Habana. Bajo su dirección, la Coral sigue cosechando éxitos y reconocimientos, destacando su participación en el XXVI Encuentro Internacional de Coros en la ciudad de Viseu (Portugal) y XXV Certamen Coral Internacional Villa de Avilés.
Por su destacada y brillante trayectoria artística, en 2009 la Coral Vallisoletana recibió, la Medalla de Honor de la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción de Valladolid. Armonizó la misa solemne de la Coronación de la Virgen de las Angustias en la Catedral de Valladolid. Participó en el concierto Maestro, Oda a Miguel Delibes, con el Coro y Orquesta Filarmonía de Madrid y participación de la actriz Lola Herrera.
Bajo la dirección de Sara M. Rodríguez Piñeiro, la Coral Vallisoletana interpreta Las Siete Palabras de Cristo, de Théodore Dubois, en la Iglesia de Santiago Apóstol en la Semana Santa de Valladolid. La Coral es nombrada Socio de Honor por la Unión de Artistas de Valladolid; invitada a participar en el XXII Encuentro Coral Cervantino Ciudad Alcalá de Henares, junto a la Schola Cantorum de Alcalá de Henares y el coro de Cámara de la Escuela Municipal de Música de Villaviciosa de Odón.
Participa como componente del Orfeón de Valladolid en los conciertos benéficos por África “Luces Música ¡Acción!” en el Auditorio Ciudad de León, y Auditorio Miguel Delibes de Valladolid, bajo la dirección de Ernesto Monsalve. Es invitada a participar en la Primavera Musical de Estella (Navarra), organizada por la Coral Ereintza y la Federación de Coros de Navarra. Interviene durante el IX Encuentro Stellarum de Corales en la Parroquia de Ntra. Sra. de la Consolación de Madrid. Asiste al XXVII Festival Internacional Música de los Templos en el Ciclo Internacional de Música de Castilla y León, de Medina de Rioseco.
En la Semana Santa de 2013, dentro del Ciclo de Voces de Pasión, interpreta la Missa Solemnis Op. 106 de Max Filke. Igualmente, es destacada la actuación en el LIX Certamen Internacional de Habaneras y Polifonía de Torrevieja (Alicante). Es invitada a participar en la interpretación del Te Deum Op. 103 de Antonín Dvořák, en la Real Basílica de Alfonso el Grande de Madrid, bajo la dirección de Jirí Havlík, director de la Orquesta Filarmónica Checa.
La Coral, a lo largo de su historia, ha sido convocada para participar en las primeras manifestaciones musicales del país, como Semana de Música Religiosa de Valladolid, Cuenca, Zamora y Segovia. Temporadas de Opera de Oviedo y Santander, Festivales de Madrid, Badajoz, Sevilla, Castro Urdiales, etc., así como numerosas ciudades europeas.
Ha obtenido numerosos galardones, entre los que merecen destacarse: Medalla de Plata al Mérito en las Bellas Artes, Medalla de Plata de la ciudad y provincia de Valladolid, primer premio en los festivales de Habaneras y Polifonía de Torrevieja y de la Canción Marinera de San Vicente de la Barquera, dos premios de teatro Félix Antonio González, premios Sarmiento y Juan de Baños, Popular ’84, Placa de honor Amigos del Teatro, etc.